Salud y…. ¿Cambio climático?

Cada año, al iniciar un nuevo ciclo de la materia de neumología, el primer día de clases empieza con la pregunta: saben ustedes ¿Cómo respiramos? Y las respuestas suelen ser mecanizadas con diferentes grados de profundidad científica basado en los conocimientos previos de los estudiantes. En general, suelen decir que respiramos por el proceso de entrada y salida de aire a los pulmones.

Podemos decir que en esencia es correcto; sin embargo, este hecho tan sencillo después de algunas reflexiones se transforma en algo mucho más consciente que culmina en entender que los seres humanos somos una parte en la dinámica del equilibrio del ecosistema del planeta.

De la memoria colectiva de la humanidad  hoy en día hemos recabado muchos textos de la interpretación cosmológica de este hecho:  la medicina tradicional china en su explicación del origen del Tao [ Lao Tse en el libro Dao De Jing, 380 a.C.] establece la idea que el todo no debe ser un opuesto absoluto (principio de dualidad) y debemos verlo como dos aspectos de un mismo todo (principio de no dualidad) ya que todo está interconectado y  forman un todo completo y armónico.

A esta relación se le conoce como la teoría del yin y el yang, y da origen a cuatro relaciones básicas que son: oposición, interdependencia, equilibrio mutuo y transformación. Es decir, se oponen, pero de forma relativa, su oposición tiende a la armonía y al equilibrio; son interdependientes, es decir, uno no puede existir sin el otro.

Algunos siglos después de haberse establecido este principio, en Mesoamérica, entre los años de 1441 y 1461 d.C.  podemos identificar que la Ciudad de Mayapan, en el hoy estado de Yucatán en México registro el mayor colapso de una civilización atribuible a los efectos del cambio climático.

Douglas Kennett (2022), arqueólogo de la Universidad de California-Santa Bárbara junto con otros investigadores de historia, geografía y ciencias de la tierra, sugiere que el largo periodo de sequía, la deforestación de la selva, el aumento del nivel del mar y la escases de agua potable se relacionó con el conflicto civil violento que condujo a la inestabilidad institucional que precipito la destrucción del Mayapan…

Regresando a la fisiología y bioquímica básica para analizar desde un punto de vista critico esta dualidad, en la naturaleza la encontramos en el ciclo de Krebs o ciclo aeróbico que es el punto culminante evolutivo del ciclo del ácido cítrico o ciclo anaeróbico tiene su contraparte en la fotosíntesis o ciclo de la clorofila, ambos procesos se entienden como un proceso de oxidorreducción del agua. Uno libera oxígeno y el otro libera dióxido de carbono, ambos esenciales en el ciclo de la vida.

Sabemos que los seres humanos requieren respirar oxigeno para sobrevivir (junto con la comida, entornos limpios y confortables, adecuadas relaciones sociales, equilibrio moral que favorezca el desarrollo económico), entonces debemos saber que la forma de oxigeno que necesitamos es la forma gaseosa.

El oxígeno es un elemento que se encuentra en la naturaleza en mezcla con otros gases como el nitrógeno (79%), el  dióxido de carbono y otros gases (0.02%). Se requiere de una molécula de 2 átomos para poder ser respirada y el porcentaje de esta forma del gas es del 20.8 en el aire. En su conjunto estos gases conforman la atmosfera.

La interacción dependiente entre el mundo vegetal y los organismos aeróbicos son en sí la base del equilibrio climático, sabemos que el ciclo del agua requiere de la existencia de árboles y plantas para ayudar a evitar la evaporación excesiva y la erosión de la tierra y ayuda en los procesos de filtración y purificación.

El porcentaje de vapor de agua facilita o dificulta la capacidad del pulmón de obtener aire rico en oxígeno, si este vapor de agua se enfría en exceso o se calienta en exceso es difícil mantener un adecuado porcentaje de oxígeno útil para la respiración de los seres vivos.

Entonces entendemos que existe factores terrestres y extraterrestres que también contribuyen en mantener este equilibrio, el factor extraterrestre más importante pero quizá no el único es el efecto de la luz y radiación calorífica del sol.  Los factores terrestres están relacionados con los procesos geotérmicos resultado de los fenómenos de traslación y rotación de la tierra.

Geológicamente hablando se requieren largos, muy largos periodos de tiempo para que de “forma natural” esta dinámica cambie. Pero, esto se puede modificar de manera voluntaria por gracia y obra de la humanidad.

El colapso del mundo maya es el mejor ejemplo, seguramente a lo largo y ancho del planeta han ocurrido otras catástrofes similares en la historia de la tierra. ¿Son atribuibles a la mano del hombre estas catástrofes?, es difícil de responder a los sucesos del pasado antes de la catástrofe de Mayapan.

Y la pregunta obligada a este punto es: ¿la contaminación ambiental es sinónimo de cambio climático? La respuesta es un rotundo NO.

La contaminación es solo un componente de desequilibrio del clima, pero es quizá el disparador, entendemos el proceso modificamos la composición del aire con formas estables de mezcla de gases que resultan inútiles para el proceso de la respiración.

Pero no todos los gases contaminantes son moléculas toxicas, la forma en la que se generan estos enlaces entre elementos juegan un papel dual toxico – protector, el ejemplo de esto es el ozono, si el ozono, que esta formado por tres átomos de oxígeno, no se da de forma directa en el aire sino que es el resultado de diversas reacciones químicas entre las emisiones de origen natural y las de origen “humano” como los óxidos de nitrógeno (NOx) y los compuestos orgánicos volátiles (VOX) que reaccionan a la presencia de la luz solar mejor conocidos como gases de efecto invernadero entonces se consideran dañinos.

El ozono dependiendo de la forma en la que se origine y la capa atmosférica en la que se encuentre desempeña un papel benéfico o dañino para la vida.  Si el ozono se forma y se encuentra en la estratosfera  donde la radiación solar es alta ayuda a filtrar la radiación solar luz ultravioleta y otras radiaciones cósmicas. Se le conoce como ozono estratosférico o “ bueno”.

Sin embargo, si el ozono se encuentra cerca de la superficie  se convierte en ozono troposférico también llamado “ozono malo”  aunque tiene menor concentración molar en el aire, el ozono  troposférico tiene efectos directos sobre el bienestar y la salud. Es un gas irritante, responsable del incremento de la temperatura alta en los tiempo cálidos, contribuye a la disminución de la humedad del viento  favoreciendo la poca movilidad de este o su estancamiento.

La consecuencia directa de este fenómeno es la dificultad para respirar profunda y enérgicamente,  causa “falta de aire” y dolor al respirar, causa tos, dolor e irritación de garganta, inflamación y daño directo sobre la via aérea,  por lo tanto, agrava enfermedades como el asma, enfisema, la bronquitis crónica, la EPOC, favorece la recurrencia de infecciones.

Este fenómeno es aun más dañino si además del ozono se suman otras partículas contaminantes conocidas, como ejemplo tenemos a el incremento de los niveles de dióxido de carbono atmosférico y las partículas de peso molecular bajo (PM10, PM5, PM3) resultado entre otras causas de la quema de combustibles fósiles; el daño que ocasionan también afecta a nuestros socios de vida y a todos los ciudadanos del mundo vegetal.

Otro de los efectos directos de cambiar la composición del aire y el grado de humedad del mismo es precisamente el cambio de densidad,  si se cambia la densidad, las características de presión y temperatura cambian, por lo tanto la temperatura atmosférica se incrementa, si le sumamos que disminuye la movilidad del viento, el desplazamiento de la atmosfera tiene un cambio radical en el tiempo del cambio de las estaciones, prolonga los periodos de sequía y hace periodos de lluvia violentos y torrenciales, calores y temporadas invernales extremas.

Estos cambios “climáticos” contribuyen a la erosión de la tierra y la modificación geográfica, favorecen grandes áreas de deforestación sumándose a la catástrofe inducida por las talas indiscriminadas, cambios de uso de suelo tanto de uso agrícola como el crecimiento no planeado de asentamientos humanos.

La generación de basuras comunitarias e industriales también participa en la contaminación del subsuelo y generación de gases con efecto invernadero. La contaminación de mantos acuíferos y la deforestación también impactan directamente en la salud.  

Tenemos que saber que, si la temperatura ambiental aumenta, el nivel del mar también aumenta, y los eventos climáticos son habitualmente extremos, en conjunto afectan  en general al medio ambiente, tienen impacto demográfico, socioeconómico y otros factores que tienen influencia sobre la magnitud y patrón de riesgo.

Se ve afectada directamente la geografía que facilita cambios en los ecosistemas y las características del aire y la calidad del agua, se modifican los ciclos agrícolas y ganaderos detonando los sistemas de alerta en las buenas prácticas y políticas públicas por lo que consecuentemente se afectan condiciones socioeconómicas que modifican el estatus de los individuos limitando el acceso a los servicios sanitarios.  

Se puede identificar que el incremento de la carga de trabajo en los servicios sanitarios atribuible al cambio climático puede clasificarse con base a la via de exposición, teniendo que:

  • Los cambios climáticos extremos predisponen a accidentes, muertes, efecto sobre la salud mental de los individuos.
  • Los golpes de calor pueden causar hipertermia maligna, deshidratación, confusión mental, daño orgánico y muerte.
  • Deterioro de la calidad del aire, exacerbaciones de enfermedades respiratorias previas, alergias y enfermedad cardiovascular.
  • Deterioro de la calidad y cantidad de agua. Infecciones diarreicas de origen parasitario e infeccioso que pueden causar a daño orgánico permanente y muerte prematura.
  • Disminución de alimentos con afección en la calidad de estos, causan desnutrición, intoxicación por consumo de alimentos contaminados, envenenamientos, daño orgánico permanente y muerte.
  • Cambio en los ecosistemas y daño ecológico, proliferación de especies transmisoras de enfermedades virales, bacterianas, micóticas, o por micobacterias, como el dengue, Chinkungunia, otros virus causales de encefalitis, proliferación de la enfermedad de Lyme, malaria, zica, virus del Nilo…  entre muchos que pueden causar daño permanente y muerte.
  • Modificación de los factores sociales causan afección física y daño a la salud mental, incremento en la violencia, incremento del riesgo de conflictos sociales, la deforestación y contaminación del ambiente contribuyen junto con otros factores económicos y políticos a la migración; la migración incrementa el riesgo agotamiento de recursos alimenticios y de agua, aumento de las basuras y el incremento del riesgo de diseminación y distribución global de enfermedades con letalidad alta, moviendose de zonas endémicas a zonas altamente urbanizadas con poblaciones que no tienen reserva inmunológica para afrontarlas por lo que aumentan la tasa de enfermedad, requieren de mayor gasto en salud y mientras tanto son causales de muertes.

Ante este panorama desolador de la primer clase la conclusión para la solución a este complejo problema incluye que debemos mantener el equilibrio dual entre nosotros y el entorno, estudiar la manera en como minimizar el impacto ambiental de las operaciones que han modificado nuestra calidad de vida y expectativa de longevidad, respetar a nuestros socios de vida y hacer conciencia que de nosotros depende que podamos estar en este planeta por mucho, mucho tiempo. Por lo que ahora más que antes las palabras de Rene Descartes tienen eco en nuestra supervivencia, necesitamos pensar para existir.

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